A todos nos gustaría que una vez terminado lo que fue un nefasto año 2020, mágicamente el 2021 nos entregara aquel sentimiento de tranquilidad, prosperidad y esperanza que nos fue arrebatado desde los primeros días de su antecesor. Pero las cosas no son siempre como las queremos. A pesar de que el panorama ha mejorado bastante desde el último trimestre del año pasado, aún tenemos un largo camino maltrecho que recorrer.
Aunque las proyecciones realizadas por expertos, prevén una mejoría y crecimiento a nivel mundial, e inclusive se ha pronosticado un ligero crecimiento general para la economía mexicana, la realidad que aún afrontamos muchos de nosotros, se encuentra muy distante de las expectativas, las cuales culminan con una frase poco alentadora, pues la única afirmación que se realiza y en la que todos coinciden, sigue siendo la misma: “SEGUIRÁN SIENDO TIEMPOS DIFÍCILES”.
Las condiciones no son favorables, la economía mundial enfrenta una crisis, aunada a las aún crecientes tasas de desempleo y mortalidad, en la que más de alguno espera un milagro o una vacuna. Mientras tanto en México, las políticas para mitigar los estragos causados por el COVID son constantemente criticadas y los hospitales comienzan a verse rebasados; la capital del país, al igual que otras ciudades, se encuentran al borde del colapso y el sector salud no se da abasto con personal e insumos; mientras que otros tantos hemos seguido con nuestra vida, intentando retomar la normalidad con la que solíamos vivir. Fiestas, viajes y lugares abarrotados. Nos encontramos en números rojos y algunos no queremos verlo. Decesos, pobreza, incertidumbre y miles de negocios intentando sobrevivir y salir adelante.
Según los especialistas, un poco de calma podrá reflejarse hasta mediados de este año, por lo que las recomendaciones siguen siendo tomar medidas y ser precavidos. Del año pasado aprendimos a ser fuertes y pese a que por desgracia, millones de personas han quedado sin empleo y miles de empresas (siendo las principales afectadas aquellas que se dedican a actividades de ocio y todas las micro, pequeñas y medianas empresas) no todo es malo; incluso en plena recesión y todo el gris panorama que hemos tenido, no ha faltado el apoyo, el consumo local en algunos sectores se ha incrementado y movimientos como #aquinadietruena o #consumelocal se han vuelto un soporte para los emprendedores y las pequeñas empresas. Se han visto muestras de altruismo y absoluta entrega por parte del personal de clínicas y hospitales, ejemplos de solidaridad entre empleados y empleadores, ya que, a pesar de la compleja situación que vivimos, empresas de todos los tamaños se han acercado a nuestra firma para consultar las mejores medidas y consideraciones para el manejo de las relaciones obrero patronales, con el fin de preservar el número de empleados actuales y a su vez, tratar de subsistir.
En cuanto a la justicia y la apertura de diversos lugares, todo se tambalea constantemente. En lo que respecta al Estado de Jalisco, las medidas tomadas por el ejecutivo estatal provocan opiniones divididas, sin embargo, las suspensiones de servicios e impartición de justicia se han dado de manera nacional. Al momento, el regreso a labores de diversas dependencias como la Junta de Conciliación y Arbitraje del Estado, el Tribunal de Escalafón y el Poder Judicial, han postergado su regreso al menos hasta el próximo 11 de enero.
¿Qué nos depara lo que resta del año? A ciencia cierta, no lo sabemos. Lo único que nos resta, es tratar de hacer lo que a cada uno nos corresponda, esperar que la justicia en nuestro país y nuestro estado no se vea completamente paralizada como en días anteriores y que el panorama mejore para todos.
Articulo por: A.B.
Fotografía por: Vaga•bundo.
